No hacen falta solo dos
para que un corazón vuele.
No es cosa solo de dos
dar alimento a un corazón.
Porque tu cariño se alimenta
de la sincera sonrisa ofrecida por cuantos te rodean,
del abrazo del amigo que llevas tiempo sin ver,
del alegre buenos días de quien te ofrece un café.
Tu corazón vibra gracias a pequeños detalles
y el primero de ellos es la sonrisa que te dedicas cada mañana.
No te digas no quiero o no me quieren
porque sientas que el amor se ha alejado.
No, ahora tendrás que quererte más que nunca,
permitirte absorber el cariño de cuantos te rodean.
Sigue queriendo
al que te sonríe, al que te pide ayuda.
Sigue dando
porque tu corazón sonríe cuando lo haces.
Deja volar a tu corazón
no te encierres en el dolor, aférrate a lo bello.
Autor: Sole Moreira
Fotografía: de la red
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