Pero el señor quiero más atrapó tu senda, cubrió de inquietud la apacible calma, dibujó belleza en un lienzo de temor. El señor quiero más alzó tus alas y lo que creías libertad… lo entendiste tedioso caminar. El señor quiero más alzó tus alas y te encontraste atrapado… en una falsa libertad. Sigue leyendo «Quiero más»