Sorprendida ante la puerta abierta la fría pureza del renovado aire, la cálida caricia del sol invernal, me retan a traspasar su umbral. La puerta me llama el hogar me reclama. Obligaciones, hábitos…inercia Mil contradicciones que frenan el avance. El hogar me reclama, me llama, me atrapa ¡Pero ese nuevo cielo…! te recuerdaSigue leyendo «Silencios y contradicciones»