Cincelaste mis primeras palabras…madre.
Diseñaste cada uno de mis gestos…modelo.
Trazaste el principio de mi camino…guía.
Tu pluma hizo eso y más.
Pues mis palabras hablan de las tuyas,
mis gestos son tu reflejo ante el espejo,
mi camino sigue el sendero por ti marcado.
Una pluma que trabajaba con amor.
El amor que nace de la madre,
la dulzura de tu esencia de mujer,
el esmero de tus laboriosas manos.
Y ahora tu pluma ya no está, pero sí tu esencia.
La que trae a mi mente cuanto escribías en ella,
la que me sorprende al ver tus gestos en los míos,
la que me acompaña a cada paso del camino.
Y aunque ya no estás…siempre serás
mi madre, mi modelo…mi guía.
Autor: Sole Moreira
Fotografía: de la red
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