¿Vas a sentarte?
¿Vivir esperando que el mundo te dé una señal?
Mal puedes recibir señales, si te mantienes estático.
Pobres cambios habrá en la vida del conformista,
no confundamos paciencia con pasividad.
Cosecha y luego podrás recoger la siembra.
Si tus horas pasan mecánicamente,
si no consigues aquella idea que haga volar tu espíritu,
estarás limitando tu propia existencia.
Pero, ni te sientes a observar como pasa la vida,
ni quieras cambiar tu mundo en un día.
El marcarnos metas insuperables puede dañar tanto como la pasividad.
Bastará con introducir pequeños cambios a tu ritmo,
pero sobretodo, cuando veas que no puedes más,
párate a pensar: qué anhelas, qué infunde vida a tu ser.
Será entonces, cuando lo averigües,
el momento de empezar a actuar, de eliminar obstáculos.
El momento de dirigir tu vida con la ilusión de llegar.
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Autor: Sole Moreira