Te habías traspapelado
mi amarillenta partitura,
Oda a la juventud…
aquella que creí perdida.
Hoy te encontré escondida
entre el recuerdo de noches de insomnio
amaneceres envueltos en papel escrito
entre el olor y el sabor de la cafeína.
Hoy me adentré en tu baúl,
el de la productiva adolescencia,
años creando sin pensar, sin sospechar
cuanto edificaba a cada momento.
Ahora, en el instante del reencuentro,
leyendo la amarillenta y alegre partitura.
Ahora vuelve a hablar mi violín
mientras pasado se hace presente.
Y su voz me cuenta…
del ímpetu del pasado, la serenidad del presente.
No estabas perdida, mi querida adolescencia
tan solo no te veía por el tráfico del presente.
Ahora reescribiré tus notas,
volverá a sonar mi violín,
apreciando el valor de lo obtenido,
retomando las ganas de crear cada día.
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Autor: Sole Moreira
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