Pero el señor quiero más atrapó tu senda,
cubrió de inquietud la apacible calma,
dibujó belleza en un lienzo de temor.
El señor quiero más alzó tus alas
y lo que creías libertad…
lo entendiste tedioso caminar.
El señor quiero más alzó tus alas
y te encontraste atrapado…
en una falsa libertad.
El señor quiero más borró el miedo
a perder tu identidad…
Eras tú, tiempo atrás.
Pero el señor quiero más…
equivocó tu camino.
Replegaste alas portando lo aprendido.
Y ahora en verdad quieres más
Quieres aquello cuanto tenías,
salpicado con gotas de felicidad.
Tan sólo necesitabas escucharte.
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Autor: Sole Moreira
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