¡No me hagas llorar!
¡O sí, por qué no!
Las lágrimas alimentarán mis raíces.
Sí, por qué no.
Lágrimas de alegría que colmen de brotes mi tronco,
aquel fortalecido con las lágrimas del dolor que he sentido.
Agua, ese bendito líquido que cuida las raíces.
Las que crecen creando un vestido de sentimiento,
las huellas de lo que fui y he llegado a ser.
Y si me preguntas ¿Qué quieres?
yo siempre contestaré
«hazme llorar de risa»
Y si me preguntas ¿Me quieres?
yo siempre contestaré
«a pesar de no haber risas»
Mas cuida no ser tú el portador,
el grifo permanentemente abierto
hacia las lágrimas de dolor.
Porque ese día marchitarás mis brotes,
fortalecerás más mi enraizado tronco.
Ese día me iré temiendo marchitarme.
Y entre lágrima y lágrima
deja espacio a la tranquilidad,
un poco de monotonía acompañada de silencio.
Y cuando sean otros lo que consigan mis lágrimas
esas que fortalecen mi tronco
procura borrarlas con las que surgen de la alegría.
Autor: Sole Moreira
Fotografía: de la red
Derechos reservados
Bellisimo poema..!!
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Gracias Emelina
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