¿Y si dejo que me lleve el viento?
Atender a esa porción de corazón,
ese trocito que estremece los sentidos
soplando con más fuerza cada día.
¿Y si hago caso a la tormenta?
Hipnotizada por sus rayos,
por la realidad de su fuerza,
acallada por su estruendo.
Quizás ha llegado el momento
de escuchar cuanto dice el viento
descontracturar el corazón
y despejar la tormenta.
Quizás ha llegado el momento
de navegar en el mar del sentimiento.
Autor: Sole Moreira
Fotografía: de la red
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