La mirada directa,
la que acaricia al mundo,
la que reta si ofendes,
aquella incapaz de ocultar cuanto siente.
La sonrisa abierta,
la que invita a dar la mano,
la que lucha contra el dolor,
aquella que no entiende pueda ser opacada.
El corazón que siente,
el que regala besos y abrazos,
el que libra batalla sin armas ante lo injusto,
aquel que se alimenta de comprensión, aquel que comprende.
¿Dónde está la belleza?
Ni tus rasgos, ni tu cuerpo
ni el color de piel o pelo.
Lo bello es sentirse bien con uno mismo.
Lo bello es abrir tu alma:
La mirada directa,
la sonrisa abierta,
el corazón que siente.
Sole Moreira