La mirada directa, la que acaricia al mundo, la que reta si ofendes, aquella incapaz de ocultar cuanto siente. La sonrisa abierta, la que invita a dar la mano, la que lucha contra el dolor, aquella que no entiende pueda ser opacada. El corazón que siente, el que regala besos y abrazos, el que libraSigue leyendo «¿Dónde está la belleza?»