Si tienes un poco de felicidad en tu vida… ¿Por qué buscarle defectos al conjunto?
¿Tal es la inseguridad que sientes… que no puedes llegar a creerlo?
Hay momentos en los cuales nos gustaría moldear nuestra vida, trabajarla como si fuese arcilla y crear ese entorno ideal.
Y nos perdemos en su búsqueda. Nos apenamos con un no, no vemos los sí y…nos arriesgamos a perder el trocito de felicidad que sí tenemos.
Has de saber que… hasta el más prestigioso de los alfareros hace imperfecto su trabajo
y por ello es suyo…y es bello.
Así pues te digo:
No pretendas buscar la perfección en todo, pues terminarás enfrentándote a una lucha, incluso contra tu propia persona.
No vayas en pos de quimeras, podrías perder los pequeños momentos que sí importan.
En ti está el convertir un poco de felicidad en «felicidad» con mayúsculas.