No consientas que desdibujen tu sonrisa.
Solo alguien sin corazón
te despojaría de tal don.
No consientas que aten tus manos.
Pues no eres marioneta
no necesitas de hilos que te dirijan.
No consientas que enmudezcan tu voz,
que te muestren como simple cuerpo.
No eres objeto sin mente.
Di hola a quien llame a tu risa,
a quien evoque el fluir de tus manos.
Di hola al que sepa escuchar tus razones,
aquel que te sepa y entienda cuerpo y esencia.
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Autor: Sole Moreira
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