Casualidad vuelta humo

Eras, corazón perdido… no atendido. Eras, razón buscando motivo. Eras, tesón impulsando su latido y la casualidad lo encontró. Casualidad de aquel que araña, incansable buscador de fisuras, perfecto conocedor de laberintos, sabio maestro de dulzura.   Pero la casualidad se volvió humo cuando tu razón dijo «no» a sus manos. La rosa fue perdiendoSigue leyendo «Casualidad vuelta humo»