Y aprendí a decir adiós a tu materia,
a decir hola a tu esencia.
Conseguí ver, a atrapar la fuerza de tu espíritu,
entonces recordé tus deseos de felicidad
y recobré los míos.
Entonces recordé tus ganas de vivir
y recobré las mías.
Entonces comprendí, que aún sin tu materia,
no te habías ido.
Porque te siento en el aire,
te veo en tu roja rosa,
porque escucho tu respuesta en mis silencios,
y le sonrío, te sonrío.
Entonces comprendí que siempre…
siempre estará en mi tu yo amante y amigo.
___________