Las escondidas cumbres anulaban tu vista, la posibilidad de futuro, de seguir camino.
¿Darías un paso al frente? ¿Volverías al punto de partida?
El negro de tus ropas te hablaba de abismo, pánico, pavor ante la imagen de la nada. Pero tu intuición consiguió ver al viejo roble tras las nubes.
¿Acaso no habías sido tú como ese roble? ¿Que importancia tenían en tu vida las tupidas nubes y la negra tela?
Ellas se mostraban a juego con tu alma, la misma que asomada al precipicio cada mañana te recordaba sus ganas de seguir. Eras tú quien estaba deteniendo el tiempo, miedos, dudas y malas lecturas eclipsaron tu espíritu aventurero, tu marca de vida.
Escucha tu silencio una vez más, el sonido emitido por tu alma y da ese paso al frente mirando más allá del precipicio.
_____________
Autor: Sole Moreira
Derechos reservados