Sin poses, con natural descuido.
Sin capas, desnuda ante las horas.
Descalza, arrugada, despeinada, abandonada en la cama
envuelta en la dejadez exterior,
capturada por la riqueza interior.
Sin frío, pues eres tu propio calor.
Sin soledad, hoy eres tu propia compañía.
Acunada, mimada, abrigada, arropada,
en manos de cuanto te hace crecer,
escuchando tus ganas de saber y ser.
Natural descuido fruto de la placidez del momento.
Aquel que olvida cuanta capa pesa al pensamiento,
el que lleva a tus manos cuanto te hace brillar tu sino,
el que alimenta cada uno de tus sueños.
Necesitada hora de aparente abandono, aquella en la que conectas con tu otro yo.
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Autor: Sole Moreira
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