Te haces llamar mi caballero andante,
el que seca mis lágrimas sin esperar nada a cambio,
el que escucha mis palabras porque las cree importantes.
Te eriges mi caballero andante
y yo, te creo.
Te creo, me abro y te cuento
porque tú siempre dices cuanto quiero oír,
y en tu comprensión yo vuelvo a brillar.
Sí, brillo
y me veo en un cuento.
Pero algo falla en la ecuación
porque el cuento no disipa mis dudas,
tan solo me aleja más y más de la realidad.
Y yo quiero encontrar mi realidad,
saber de mi sí y mi no.
Sé pues mi caballero andante,
no te quiero mero alago para mis oídos,
te quiero amigo ayudándome a salir del laberinto.
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Autor: Sole Moreira
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