No pretendo el sueño de la noche encantada, ni flotar cual hada, ni que seas mi duende. Tan solo busco no dejar de soñar, tan solo pido no mates mi ilusión, porque sin ella… se va la pasión. Dime pues tus verdades, aquellas que creas difuminen mis alas. Cuéntame cual es tu verdad, aquellaSigue leyendo «Mi realidad, mi sueño»