Salvaje, salvajemente en armonía con la vida,
manos que se funden con cuanto tocan,
pies que reconocen hierba y arena,
mientras la mente vuela hacia las posibilidades.
Armonía que llega a entender la tristeza,
la sentida ante el momento perdido,
la que duele al saber cuanto se ha ido,
la del beso que no dice adiós si no hasta pronto.
Armonía que aprecia cuanto te hace vivir,
las notas que hacen florecer tu alma,
la brisa que despeja la tristeza mientras te visita la esperanza,
el agua que refresca tu mente con la corriente de las posibilidades.
Salvaje armonía con tu vida, tu ilusión, tu día…
aquel recordatorio de tu fuerza y esencia.
No olvides afinar cada nota de tu día.
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Autor: Sole Moreira
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