Un té y un libro…solo eso
adentrarse en una historia ajena
que aún siendo ajena tiene algo de la tuya.
El calor del té en tu cara
en una tarde fría de invierno,
el calor de las palabras escritas
caldeando tu piel.
Un té y un libro…calmando tu mente,
evadiéndote de horarios y prisas,
mientras alimentas tu imaginación
y calmas tu sed de conocimiento.
Con que poquito llegamos a sentir felicidad,
cuan sencilla puede ser la vida
si aprendes a disfrutar de aquello que te gusta.
Regala al día un momento de esencia,
un instante donde en verdad seas tú.