Cada noche miro a la luna y…
me reconforta saberla observada por ti.
La observo y mi ser se llena de dulzura,
de nostalgia mi corazón…de esperanza mi alma.
Cada amanecer le hago un guiño al sol
porque sé que él te lo dará por mi.
Ese astro que lleva vida allá donde va,
el que nos permite creer en posibilidades.
Cuanto amor puede desprender una carta,
hasta que punto pueden llegar a abrazarnos sus palabras.
Porque son tus palabras…
porque tu tiempo ha sido mío en el instante que fueron escritas.
Cuanto puede llegar a quemar un frío teléfono,
los susurros… consiguen erizar la piel,
el timbre de tu voz… penetrar mis sentidos,
y llego a imaginarte aquí, a mi lado.
Y es así de sencillo, tierno y alocado
cómo a través de la luna, el sol, el papel…
creces cada día un poco más dentro de mi,
alimentas cada amanecer este amor en la distancia.
Y por todo ello…por cómo me haces sentir
intento cada día poner color en tu vida,
que brote una sonrisa a tu boca…
porque sí, porque sabes que estoy ahí.
Un mundo lleno de color y vida,
donde todo sea posible aun en la distancia.
Un mundo de los dos, para los dos.
Aunque un océano nos separe…
aunque solo podamos tenernos sin tocarnos,
aunque sea el viento quien transmita nuestros besos…
siempre seremos tu y yo.
#solemoreira 