Me quiebro por dentro
cansada, arrugada…sin ganas.
Páginas ajadas de tanto ser usadas,
hojas rotas por maltrato inmerecido.
Una vida en manuscrito,
con páginas en blanco por dejarse llevar,
denso conocimiento a base de caídas,
firmes convicciones al final de cada capítulo.
Me quiebro por dentro
y… ni quiero ni debo.
Revisaré mi manuscrito
buscando la ternura en lo vivido.
Ternura en lo vivido, en lo escrito…
en la mirada de quien me ha leído.
Buscando el amor conocido y dormido,
la historia de dos almas en una.
Y centraré mis días en ella,
desaparecerán cansancio y arrugas.
Encerrando entre rosas el vacío,
abonando con mimo lo vivido.