Acechante, expectante… analizando sus movimientos, recordando lo no hecho , buscas forma y modo de volver a ella. Y aparece el miedo… miedo al rechazo, a lo no dicho, pavor ante el posible fracaso y la triste aceptación de haber olvidado. Olvidado la rosa diaria el mimo ante un mal día la llamada a deshoraSigue leyendo «Siempre al acecho»