¿Alguna vez os habéis parado a pensar en la complejidad de la mente? ¿En la de veces que deseas hacer algo pero, aun deseándolo con todas tus fuerzas, la educación recibida, las normas de convivencia, el miedo a sentir demasiado rompa con todo lo que has conseguido hasta la fecha?
Sobre todo el miedo, ese monstruo que vaga por nuestras conciencias sin orden ni concierto. Mas lo que ese monstruo no sabe es que cuando uno tiene las ideas claras, valora lo que tiene y sabe lo que quiere, termina venciéndole cual caballero medieval espada en mano; salvo que en este caso la espada se traduce en amor a la familia, a tu pareja y sentido común, en tener clara la diferencia entre jugar y amar.
Te he mostrado mi alma y ahora…sangro entre líneas