Dos caras, dos vidas…¿Por qué? ¿Para qué? No hay un ser igual a otro, lo cual es gratificante, si sabes escuchar aprenderás un poco cada día.
Es inevitable, que en ocasiones, sintamos rechazo por la forma de actuar y hablar otra persona. El mayor de mis valores puede ser para ti el peor de mis defectos ¿Qué hacer ante tal situación?
La respuesta está muy clara, no quiero tu aprobación para evitar discusiones o enfados. Más tampoco me enfadaré si sé que así has actuado, simplemente desapareceré de tu vida gradualmente, sin apenas darte cuenta.
No voy a quererte más porque aceptes todo cuanto digo o hago, más sí dejaré de quererte si me crees tan tonta como para no darme cuenta de tu doble juego.
Es muy probable que ni tu ni yo tengamos la verdad absoluta ¿Quién es el erudito que la posee?
No es hipócrita aquel que dice una verdad a medias para evitar dolor, o el que calla para no ofender. Pero sí lo es quien finge ser lo que no es, buscando la aceptación a cualquier precio.
Más… cuidado porque el arte de vivir fingiendo te llevará a no conocerte a ti mismo, a que la aceptación se convierta en mera apariencia y el futuro brillante se transforme en asfixiante gris.