Si somos capaces de conseguir un verano en pleno invierno…
¿Por qué permitir la entrada del frío en primavera?
Si vemos y cuidamos la pared agrietada cuando asientan los cimientos…
¿Por qué somos incapaces de atender a tiempo nuestras propias grietas?
Frenético ritmo que nos lleva a mirar solo con los ojos
media vida la percibida solo con la vista.
Nos dejamos absorber por rutina y horarios preestablecidos
y olvidamos la acción de sentir y mirar hacia adentro.
Mírate sin necesidad de espejos,
descúbrete en plena penumbra,
observa y estudia el por qué de cada grieta.
Encontrarás la masilla adecuada para repararla.
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Autor: Sole Moreira
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