Vi chispas y… te alejé,
entendiendo nuestra energía consumida, te aleje.
Y en la distancia comencé a leer.
Me leía y quería cada palabra escrita
sin necesidad de más chispa que la mía.
Vi chispas y… me alejé,
intenté acercarme a ellas y, me quemé.
Pequeña yaga de fácil cura,
mera lección de psicología,
pues, a pesar de mi corazón vacío… no amé.
Vi chispas y… resurgí,
a través de risas e inocentes confidencias, entendí.
Porque la chispa era inocente impulso,
aquel que llega a fortalecer sueños,
el que te muestra tu propio valor.
Vi chispas… las que conectar con la luz dormida,
aquellas que gritan cuanto queda por vivir.
Y ahora, con valor y amor fortalecidos,
te invito a encontrar la sonrisa compartida,
a cantar posibilidades en nuestra vida.
Recordé la fuerza de cada chispa,
te alejé para analizar su valor.
Ahora, lo reconozco tan importante
que te reto a recargar este amor.
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Autor: Sole Moreira
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