Pequeñas motas de color distorsionando mi escrito,
danza armónica del aire que imagina.
Frágiles puntos de luz en el horizonte,
tanto, como intensos sus dones.
Interrumpes la visión de cuanto escribo,
lo lees sin perder palabra,
lo sientes y luego, lo bailas.
Y al irte, punto de luz, lo narras
mientras el viento te lleva directa, sin pausa
hacia quien espera tu danza.
Pequeñas motas de color recordando,
espíritu alado nacido del alma.
Frágiles puntos de luz guiando,
señalando el camino hacia la palabra.
Aquella que, por señas, llevarás a quien la reclama,
la que le cantará mis días,
fiel reflejo de mis idas y venidas.
No te vayas de mi vida, brillante mariposa.
Continúa siendo musa que despierta la palabras,
recuérdame a cada instante el sentir de mi alma.
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Autor: Sole Moreira
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