No es milagro sino magia
conseguir la sonrisa a pesar del dolor.
La magia que aporta la alegría
en el rostro de quienes amas.
No es milagro sino magia
probar a saltar sin temor a la caída.
La magia de creer en ti mismo,
transformando fortaleza en empeño.
No es milagro sino magia
cambiar el camino porque aceptas tu error.
La magia de saber recriminarte a ti mismo,
pues ello te vuelve más sabio.
No es milagro sino magia
volver a empezar recobrando la ilusión.
La magia de creer en las posibilidades,
no necesitar muletas y bailarle a la vida.
Y es que todos somos un poco magos.
Pues no existe magia más poderosa,
no hallarás truco más valioso
que mantener tu ilusión por la vida.