Recuerdos…
nuestro caminar por la vida es un libro de recuerdos,
momentos inolvidable y otros que con gusto tacharíamos.
Pero cada uno de ellos ha servido para llegar a ser lo que somos.
Recuerdos de una infancia arropada,
del padre que se pensaba no era escuchado pero…
cuyas palabras terminaban haciéndonos pensar,
del calor de la madre siempre presta a mitigar el dolor.
Recuerdos del ser que ayudamos a crear,
de su primera sonrisa, sus primeras palabras,
de la plenitud sentida ante su sincero abrazo,
del instinto protector que esa personita desarrolló en nosotros.
Recuerdos de la primera desilusión…
de la impotencia sentida al darnos cuenta que no todo es posible,
del error cometido por no querer escuchar…
del daño hecho en algún momento por nuestra propia inconsciencia.
Recuerdos de ese ser que ahora nos falta,
de sus gestos, sus palabras…
de los bellos momentos compartidos con ella,
y de todo lo que no llegamos a decirle a tiempo.
Recuerdos…
buenos o malos…todos válidos para hacernos crecer,
para enseñarnos a rectificar a tiempo,
para enseñarnos a valorar cuanto nos rodea.
Y seguiremos nuestro camino a través de todos ellos,
llorando ante la ternura que nos invade ante un dulce recuerdo,
aceptando los fallos cometidos buscando el como rectificarlos,
luchando por ser mejor cada día, por dar lo poco que pueda quedarnos.
Y nuestra sonrisa será sincera
porque brotará cuando en verdad la sintamos,
nuestras palabras se volverán más sabias
por todo lo aprendido.
Y será entonces, solo entonces
cuando nuestro caminar se vuelva firme y seguro,
disfrutando de la placidez del nuevo día,
disfrutando de una nueva primavera en nuestra vida.
Nuestro baúl de recuerdos
nuestro mayor tesoro.