¡Dios! ….¿Cuando llegará el feliz descanso?
Ese que se instala en tu mente
porque has conseguido el engranaje perfecto
El que se apodera de tu cuerpo
al sentirse conforme con lo recibido.
Piensas que el día va bien…
que todo está correcto
que has sido entendido,
que en verdad tu palabra ha sido escuchada…
Y, cuando menos te lo esperas,
tropezas con el mismo muro,
escuchas los mismos reproches,
te golpe el inconformismo de la atmósfera.
Y esa paz, que creías conseguida,
vuelve a verse perturbada.
Los engranajes de tu mente de nuevo están en alerta,
y, el prometido descanso cede paso al desasosiego.
¿Algún día me escucharás de verdad?
¿Algún día dejarás de juzgar mis actos?
Mientras llegas a conocerme de verdad
seguiré creando mis momentos de paz,
Y…por efímeros que sean…serán míos,
serán el preludio de lo que está por llegar.
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