Hay momentos en la vida en los cuales
te invade la soledad e incomprensión,
Momentos en los que sólo quieres desaparecer,
refugiarte en la atrayente soledad
viviendo con los recuerdos de cuanto has dado y recibido.
Tan solo eso…
revivir por un instante o unas horas lo grato de la vida,
apreciar lo recibido sin intromisiones dañinas,
tan solo recordar lo sentido por uno mismo y no lo apreciado desde fuera.
Hay momentos en la vida donde
sólo necesitas del recuerdo para que brote una sonrisa,
momentos donde sobran las palabras que otro pueda aportar,
porque tan sólo necesitas de ti mismo para valorar lo vivido,
porque tú y solo tú sabes cuanto ha valido todo lo dicho o hecho.
Porque tú y solo tú tienes la llave hacia ese poquito de felicidad tan necesaria.
Refugiarse en uno mismo a veces es necesario para afrontar el daño.
Deja que hablen cuanto quieran, que inventen cuanto deseen.
Tú y solo tú sabrás tu verdad