¿Dónde está el beso que despierta al ruiseñor?
el beso que recorre venas y provoca gemidos…
ese que muerde la razón, que desnuda el alma.
¿Por qué…?
Por qué ya no tiembla la luna sobre el río
cuando tu boca toca mi boca.
Por qué solo queda ternura y preocupación,
donde se ha quedado la corriente que generaba el contacto.
Y…ya no hay primavera en el corazón.
Pero intentas abonar el jardín dormido,
lo mimas esperando la primavera,
y no llega…y desesperas.
Entonces te invade el recuerdo…
una aurora llena de estrellas,
el premio del amor compartido.
Y sigues diciéndote
quieta…espera…quizás,
quizás resurja un tímido jardín.