Por momentos…no puedo más y prefiero la soledad.
Ese entender sin comprender, que llevas impreso en tu rostro, llega a doler tanto que agota mi energía.
¿Por qué te empeñas en buscar donde no hay, en razonar lo irrazonable? Buscas perfección aún sabiendo que no existe.
Este continuo indagar te impide ver más allá, disfrutar de lo que sí está ¿A caso la mayor de las imperfecciones no puede llegar a ser perfecta? Todo depende de los ojos que lo miren, de los matices que acompañen la posible tara.
Y me quedo sin fuerza cada vez que te hago ver lo maravilloso de lo incompleto, buscando los matices entre el sí y el no, suavizando las distancias entre amar, sentir, querer…
Me gusta saberme capaz de anular todas tus dudas y sufrimientos. Mas luego…no intentes razonar por qué lo hago.Lo hago porque sí, porque así lo quiero y deseo.
Y cuando ya no me queda nada por dar, cuando la mar está en calma y no hay necesidad de luchar. Me escapo, me encierro buscando en soledad sustento para afrontar una nueva tempestad. Y es que a veces reconforta más una bella melodía que mil palabras dichas.
Hola, me encantas tus palabras, llegan a mi en el momento preciso!!! te pregunto: Puedo copiarme de tu blog?
Me gustaMe gusta
Hola lupita, preferiría que lo compartieras tal cual. Un beso
Me gustaMe gusta