Mi oda a la juventud se había traspapelado.
Pero hoy, envuelta en polvo y tiempo,
olí su recuerdo.
Y olía a café
permanente compañía de mis noches en vela.
Y olía a descuido
salpicando la inexperiencia de aquellos años.
Ahora te reescribiré, mi vieja partitura.
Y tus notas, conservando el frescor de la juventud,
sonaran melódica madurez.
Y olerás a ilusión…
aquella que marcará cuanto me quede por vivir.
Y olerás a amor…
el que siento por cuanto afecto y recuerdo me ayuda a seguir.
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Autor: Sole Moreira