Dices estar falto de energía
y te repliegas.
Al abrigo de tus brazos,
enlazando tus piernas…
te repliegas.
Escuchas inmóvil el cansancio y,
sumergido entre desconsuelo y angustia
te repliegas.
Porque hoy no es tu día…
te repliegas.
Asalta al mundo con tus piernas,
tus manos, tu mente, tu esencia.
Niega espacio al cansancio,
recuerda el olor del entusiasmo,
genera tu propia energía.
Recuerda:
puedes replegarte por un instante
pero está en ti el llegar a animar el día.
____________________
Autor: Sole Moreira
Derechos reservados