Dices estar falto de energía y te repliegas. Al abrigo de tus brazos, enlazando tus piernas… te repliegas. Escuchas inmóvil el cansancio y, sumergido entre desconsuelo y angustia te repliegas. Porque hoy no es tu día… te repliegas. Asalta al mundo con tus piernas, tus manos, tu mente, tu esencia. Niega espacio alSigue leyendo «Anima tu día»