Mi pequeño paraíso… sigue ahí,
el diablo se empeña en negarlo,
pero… yo sé donde encontrarlo.
Mas no sin antes expiar cada por qué,
dejando que la soledad me hable,
buscando que salvar de mi oculto cielo.
Sé que mi diablo
disfrazará lo fácil de auténtico,
pintando la risa fácil, jugando al «que más da».
Pero confío en mi ángel
la voz que dice «espera» y comprende…
Comprende por qué se ha ido.
Será entonces,
cuando entienda el por qué de lo vivido,
el momento de ir en pos de lo perdido.
Será entonces,
cuando ángel y demonio vayan de la mano.
Necesitaré a mi diablillo para evitar nuevo dolor,
y a mi ángel… a mi ángel para crear calor.
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Autor: Sole Moreira
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