El equilibrio perfecto…
esa flor abandonada en tu almohada cada mañana,
su fragancia despertando todo sentido antes de abrir los ojos,
la certeza del obsequio hecho con amor.
el equilibrio perfecto…
saber que llegas a entender mis dudas,
saber de tu apoyo cuando siento que me resbalo,
que tu mano firme siempre me acompaña.
El equilibrio perfecto…
hablar sin necesidad de mediar palabra, con la mirada,
halla la compañía perfecta en tu presencia apacible,
retener el abrazo escuchando su melodía.
Su base…la confianza
a veces tan difícil de dar por miedo al fraude,
por temor a ser lastimados antes de comenzar batalla,
¿A caso, no es igual de dolorosa la desconfianza?
Vamos a darnos ese voto de confianza,
a creer en la verdad de lo hablado o escrito,
a sentir la posibilidad de ser correspondido.
Un ejercicio de fe necesario para disfrutar de la vida.
Si confías, tendrás paz interior
si consigues esa paz, tocarás la felicidad.
Tócala, contagiando a quienes te rodean y,
aunque la perfección no existe…si es posible alcanzar el equilibrio