La vida es un baile, una danza incesante y armoniosa cual vuelo de mariposa. Un ir y venir entre sueños y deseos.
La vida puede llegar a ser tan intensa como un tango pasional y doloroso, tan alegre con una salsa llena de ilusión y fuerza, tan apacible como un vals llevándote entre giros hacia el mejor de los sueños.
Tan solo has de estar atento a elegir la melodía correcta en cada momento, la que esté en armonía con tus anhelos e ilusiones. Tan solo es preciso sentir su ritmo, girar a tiempo, que tus pies nunca pierdan el compás.
Sigue la danza de tu mariposa, nunca pierdas su estela. Mas, no intentes atraparla, un simple roce la animará a seguir su baile. Nunca olvides que lo frágil no se aprisiona, lo frágil se mima, se trata con dulzura y…
¿A caso hay algo más frágil que tu propia vida?