Era nuestro diario, nuestro secreto
la noche…el día,algo tuyo y mio,
una vivencia personal e intransferible
escrita en nuestra piel con tinta indeleble.
Cada duda enfrentada,
toda decisión tomada…
Un compromiso de por vida
una idea de futuro compartida.
Y ahora…ahora te has ido,
la dama negra te ha llevado,
y el dolor en el pecho…
ya no es dolor si no un intenso vacío.
Vacío…páginas en blanco en nuestro diario,
ya no existen vivencias dignas de un escrito,
pues ya no vivo tan solo sobrevivo.
supervivencia a base del recuerdo, de lo escrito.
Y pasa el tiempo…y leyendo sus páginas,
me interrogo y me acuso…
me culpo por sentirme incapaz de seguir adelante,
por mi falta de talante para seguir camino.
Y es que ha sido tan intenso lo narrado a tu lado,
tan lleno de vida cada nuevo amanecer,
tan real la pasión sentida a tu lado,
que me he negado a dejarte marchar.
Pero es momento de pensar en renacer,
tiempo de dejar en libertad cada página
tiempo de no frenar el vuelo al pasado,
tiempo de pilotar una nueva historia.
Diré adiós al vacío al pié del acantilado,
diré hola a una nueva vida dejando en tus manos nuestro diario.
Sé que tú lo guardarás como el bien más preciado,
lo mantendrás intacto hasta que llegue el día en que volvamos a encontrarnos.
Así pues no te digo adiós, nunca lo haré.
Yo he de seguir camino, pero siempre estarás,
en nombre de lo vivido venceré al vacío, mas…
tan solo puedo decirte hasta pronto