Absorbe, toma, siente mi dolor y ablándalo.
Absorbe cuanto de mi sale,
toma lo que más te guste,
siente aquello que me asfixia y…mitígalo
Si eres capaz de confortar mi dolor,
si consigues liberarme de la angustia
provocada por pérdida o ausencia…
yo te seguiré cual rey de mi reino.
Y cuando consigas entrar en mi reino,
sentirás la dicha oculta tras mi dolor,
comprenderás el porque de mi liberación aun siendo tomada
porque despertaras la fuerza dormida en mi.
Y será esa fuerza renacida
la que despierte tu necesidad de ser absorbido,
el apremio por ser tú el tomado
al comprobar la grandeza de la entrega.
Y entonces seré yo tu reina,
yo la que absorba, tome y sienta tu dolor,
yo quien lo mitigue y te haga ver
cuan poderosa es la fuerza de dos.