Y tu imagen sigue distorsionándose…
mi mente continúa recordando la enfermedad,
el como te consumía poco a poco,
la espera del trágico fin…
Recordando las verdades a medias,
las risas porque todavía estabas aquí,
las lágrimas por los pequeños detalles
que decían… «se va»
Recordando la aceptación calmada de la tragedia,
las mentiras solapadas para hacerte sonreír,
las horas pegada a ti por saberte a mi lado,
los sueños que prometí cumplir por ti.
Ya no quiero seguir viendo
la imagen de la enfermedad,
tu yo borroso…cansado…luchando por un imposible.
Quiero verte a ti…en mi mente…pero a ti
Recordar al ser lleno de vida,
el que estaba presto a escuchar…a dar,
el que sufría en silencio por no preocupar,
el que quería estar con los suyos a cada momento.
Pero a día de hoy…
impera el recuerdo del dolor,
del ser que se volvió niño llorando en mis brazos,
del que clamaba ayuda desesperado.
Mas sé…sé que algún día lo lograré,
conseguiré atenuar el dolor en el pecho,
ver tu imagen reflejada en mi mente
sin distorsión…muy nítida…tal cual eras.
Algún día cumpliré por ti esos sueños,
aquello que hubieses querido verme lograr
antes de que tu tiempo se terminara.
Por ti lo haré…lo conseguiré.
Ese día sonreirás allá donde estés,
te sentiré mi ángel protector más que nunca,
y lloraré por ello, sin lágrimas, pero lo haré
recordando que tú sí creías en mi.
Entonces solo quedará el recuerdo,
el recuerdo de tu alma reflejada en tu cara,
del amor que me regalabas y yo te daba.
Un dulce recuerdo que perdurará toda una vida