Mi fantasía prometió el te quiero eterno a tu realidad,
suavizó con caricias la crudeza de tus días,
aportó la pasión de quien idealiza.
Y razonó, justificó, enmudeció mi protesta
por temor a generar más arruga en nuestra tela.
La creía única, irrepetible… su destino.
Ahora calla, asiente, dormita mi protesta
cuidando la hilvanada costura de cuanto queda.
Lo construido me atrapa aunque esté ajada su tela
´mas la fantasía grita:
no temas, actúa, patalea
no consientas que te apague la tristeza.
Te prometí el te quiero eterno
y el cariño me acompaña aun cansada la pasión,
mas no permitiré que la tristeza venza.
Construiré nuevo sueño e ilusión,
aquel que haga vibrar de nuevo mi corazón.
Esta vez no escucharé la protesta de tu razón.
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Autor: Sole Moreira
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