Redacté cada abrazo dado al viento,
describí el despertar del beso.
Todo ello mientras narraba
el insatisfecho encuentro.
Adiós cuento envuelto en velo negro,
ahora desperté del falso sueño.
Ahora solo habrá verso cantando la calidez del abrazo,
aquel que toca materia, caldea y revela.
Revela el cuerpo que tiembla,
aquel que incita el beso que sella.
Ahora escribiré sobre mi piel grabada
con tus miradas, tus yemas y tu aliento.
Porque ya no abrazo al invisible viento,
ahora cobijo con mi amor a cuanto tengo.
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Autor: Sole Moreira
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