Desilusión que apaga,
inseguridad que frena,
tristeza… que agota.
Y sigues caminando.
Sigues caminando porque,
a pesar de desilusión, inseguridad y tristeza,
consigues que existan buenos momentos.
No cesas en la búsqueda de risas.
Sigues caminando porque,
solo tú puedes superar la desilusión,
recordando que lo bueno es posible.
Construyendo tus propias ilusiones.
Sigues caminando porque,
en medio de la inseguridad,
tu mente grita «cree en ti»
Y te aferras a su grito, su fuerza.
Sigues caminando porque,
huyes de la tristeza en cuanto aparece,
cambias tu atmósfera hacia la positividad.
Absorbes cada sonrisa recibida, consigues que brote la tuya.
Da igual que los pasos sean cortos,
sigue caminando.
Si el corazón llora por desilusión y tristeza
¡¡dale vacaciones por un tiempo!!
A veces es necesario seguir los caminos de la razón
para que las sonrisas vuelvan al corazón.
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Autor: Sole Moreira
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