El amor…no entiende de razones ni motivos,
pero sí de luchas, alegrías y llantos.
Luchas cada minuto de tu vida para mantenerlo vivo,
te sientes pleno cuando te impacta cual banda sonora,
y tu mundo se derrumba ante la posibilidad de perderlo.
El amor eterno, el que todo lo puede…el cariño,
necesita de detalles mínimos para acompañarnos a cada paso.
El amor pasión, el que arrasa todo sentido…el que quema,
tiene la mala costumbre de apagarse si te olvidas de avivar el fuego.
Y es tan fácil olvidarse mientras la llama está viva…
La pasión es tan caprichosa y frágil como una rosa,
mimas ese rosal predilecto, lo riegas, lo abonas…
pero si te olvidas de exponerlo al sol…se marchita.
si cortas la rosa por el nudo incorrecto, no te dará otra,
si no evitas sus plagas, lo tratas a tiempo…se muere.
El cariño está siempre presto a entender cualquier fallo,
la pasión por la contra se va enfriando con cada uno.
Toma ese cariño entre tus manos porque él no abandona,
las diminutas chispas de pasión y no te des por vencido.
Si tratas el rosal a tiempo siempre hay una posibilidad de salvarlo.