Se despertó. Cual nube activa presta a regar los campos, olvidanto paraguas o techo que cobijara, se entendió agua calmando la sequedad del camino. Se estremeció. Cual cúmulo enfadado por cuanto veía, sintiendo avaricia y rechazo injustificado a su paso, se tornó rayo desatando la tormenta de lo cierto. Se paró un instante,Sigue leyendo «Camino de lluvia y sol»