Perdí el abrazo que relaja, entre dudas y deberes… lo perdí.
Naciste ladrón de momentos y cada momento llevaba implícito la incursión a un mundo que ya no estaba.
Abrazando la incursión, encontré cuanto en mí quedaba.
Has surgido del efímero momento, precioso y preciso momento por cuánto hallé en él de breve y cierto.
Certeza breve inyectando valor cuando me creí dormida.
Has surgido de un caminar sin pretensiones, de la simple compañía, el gusto por la palabra escrita.
Abracé con fuera el aire, respiré su arte… me cambié de traje.
Ahora, sin dudas, deberes,
Sin leer en ello un triste plagio… alimento de tu encuentro cuanto abrazo me regalo.
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Autor: Sole Moreira
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